Hace tiempo encontré este
vídeo en la barra de favoritos del ordenador de Joan, para nada me extrañó
verlo, él y yo habíamos hablado mucho pero mucho sobre su muerte anunciada.
Encontrarlo fue para mí como su último guiño, él sabía que lo encontraría, lo sabía.
Y así fue, yo lo único que hice fue sentarme a su lado y verle morir...
Desde su diagnóstico
sobre el año 1995 Joan sabía que moriría y yo desde que lo conocí en el año
2000 también. Así que lo único que hicimos durante estos 13 años juntos fue
vivir de una manera plena. Y tuvimos mucho tiempo para afrontar el tema de la
muerte, preparándonos para cuando llegara el momento compartiendo la visión que
teníamos de la buena muerte expresando aquello que pensábamos y sentíamos. A él
y a mí nos ayudó a prepararnos para afrontarla, aflorando sentimientos y
sin miedo a utilizar la palabra muerte.
Creíamos que si lo hacíamos procesaríamos mejor el desenlace final, él porque
era el que no volvería a despertar nunca más y yo porque sería la persona que
sufriría su pérdida. Nos interpelábamos sobre si morir hacía daño y siempre
decíamos "ojalá no, porque ya sería el colmo", soñábamos con una buena muerte, como cuando te anestesian para
una intervención quirúrgica donde por un intervalo de tiempo dejas de existir,
donde no hay dolor, donde duermes y no te acuerdas de lo que has soñado.
También nos preguntábamos si mientras mueres puedes escuchar lo que la persona
amada te dice al oído o puedes sentir sus caricias o sus besos..., todavía
ahora no lo sé pero no dudéis que todo eso lo hice por si acaso.
Ufff hablamos mucho mucho
mucho.... de una manera abierta y sincera sobre la muerte como finitud, como
final de nuestra absurda vida, lo hacíamos con lágrimas en los ojos que para nada significaban tristeza, no, solo
amor, el único sentido de vida.
El meu heroi particular
Joan..., el Juli ja sap el que jo vull quan a mi també m'arribi el momento i jo també sé el que ell vol, així que ens veurem tots tres junts algún dia..., què paranoies, eh?, jajajajjajajajajaaja; però mentrestant gaudim de la vida i ens estimem mooooolt, ja ho saps...,el amor, la única fuerza infinita del ser humano capaz de todo.
Como la infinitud del Universo según dice Stephen Hawking que desconoce el porqué de su existencia ironizando sobre
"el dictador celestial", frase extraída de la película "La
teoría del todo" que curiosamente el otro día pude ver. A mi parecer una
película donde la mayor protagonista es la relación matrimonial de Stephen y
su mujer Jane, centrándose en el libro
de memorias de Jane..., en fin, si es cierto que se intenta visualizar el
deterioro propio de la enfermedad de la segunda motoneurona (ELA) pero como
todas las películas que optan al Oscar han de ser comestibles sino no venden.
Resumiendo una mujer creyente que acepta "sacrificadamente" (odio la
palabra sacrificio, porque el sacrificio
para mí se antepone a la entrega total por el amor verdadero, si éste existe,
el amor verdadero, no existe sacrificio)
querer y cuidar a una eminencia en la física, egoísta y no creyente en Dios con
una enfermedad cruel e invalidante,
donde el amor se acaba y aparecen terceras personas y pocas pinceladas sobre la
teoría del todo. Sí se habla algo de la
enfermedad pero al final te quedas con el culebrón propio y típico del mundo del celuloide.
Así que ante tantas dudas
sobre la existencia del porqué del universo, mientras yo esté aquí en la tierra
nos dedicaremos a cosas mundanas porque después de que dejemos de existir no se
sabe que pasa. Solo sé, como Joan, que es lo que quiero que pase cuando me esté
muriendo, no quiero sufrir innecesariamente y decidir el momento con el
respaldo de un testamento vital donde Juli será la persona que tome la decisión
que yo anteriormente le he comunicado, haciendo una donación de mi cuerpo a la
facultad de medicina para que lo estudien con detenimiento, y Juli no te gastes ni un
duro en incineraciones, ceremonias y puñetas, ese dinero lo inviertes en
muchas buenas comidas mojadas con buen vino a mi salud, jjajajjajajajjaja.
Y como símbolo de mi amor
por Juli que sea él quien lleve unos pétalos de rosa donde él ya sabe, dónde
algún día nos encontraremos simbólicamente, algo necesario para no sufrir
demasiado, porque después de dejar de existir para mí ya no hay nada, solo el recuerdo de
quién te ha querido de verdad.
25 de gener