"...Pero tú siempre acuérdate de lo que un día yo escribí..."
Eso decía Joan, siempre se ha de explicar la verdad porque algún día se hará justicia y los que pretendan esconderla o borrarla tendrán que dar explicaciones.
Os dejo el capítulo del libro de Joan "Reproches Inválidos" que él escribió mediante un programa de reconocimiento de voz donde también se menciona dicho colegio "Col·legi Maristes Sants-Les Corts", no por un tema de abusos pero sí por "el mirar hacia otro lado" con unos de los mayores problemas por los que sufría Joan.
Y después de leerlo que cada uno juzgue...
REPROCHES
INVÁLIDOS
(recopilatorio
bilingüe)
Joan
Garrido Alegria
Primera edición, diciembre 2006 (20 ejemplares)
Segunda
edición, enero 2009 (20 ejemplares)
Está
autorizada la reproducción parcial del texto contenido en este libro sin la
previa autorización escrita de los titulares del Copyright, siempre y
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2006 - 2009 Joan Garrido Alegria
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libro ha sido escrito enteramente por el autor mediante un programa de
reconocimiento de voz (Dragon Naturally Speaking).
Por
imperativo legal se deja constancia que cualquier nombre, personaje,
circunstancia o lugar que aparecen en este libro son ficticios, o dicho de
otra forma, todo es una mera invención del autor por lo que cualquier parecido
con la realidad es pura, aunque insultante, coincidencia.
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gratuito. Prohibida su venta. Si te gusta déjaselo a un amigo pero recuerda
que hay dos clases de tontos; el que deja un libro y el que lo devuelve.
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" Buscaros y os encontraréis "
J. G. A.
La
escuela
Estamos
ante un tema que para muchos puede significar palabras mayores. Tal vez pueda
parecer estar en un punto de la narración algo descolocado pero para mí no lo
está e intentaré justificar el porqué. Después de la separación y de tomar
conciencia absoluta de que las intenciones de aquélla, que nunca nombramos por
su nombre, eran claramente de separarme lo máximo posible de mis hijos, fui
víctima de una sensación de desespero ante aquello y con la obsesión de hacer
lo posible para que no se materializaran. Utilicé tantos recursos como pude
imaginar y algunos, lo reconozco, más dignos que otros aunque no tardé mucho en
darme cuenta de que lo principal, lo más importante, era salvaguardar lo máximo
posible la integridad psicológica de los niños, inclusive poniendo en riesgo la
mía propia. Si en un principio la esperanza de que el entorno más inmediato de
aquélla que nunca nombramos por su nombre pudiera dedicarle un mínimo de
atención y ofrecerle gratuitamente alguna que otra reflexión, con el tiempo fui
de nuevo víctima del desengaño al comprobar que muchos, sobre los cuales tenía
depositadas ciertas esperanzas, daban la espalda a aquella situación anómala y
cruel. Los recursos se agotaban y sólo podía intentar imponer unos mínimos que
tanto la ética como la justicia no podía negarme. Es ahí, en este punto donde
aparece la escuela. En primer lugar porque la mayoría de estos entes se llenan
la boca de buenas intenciones que luego por razones puramente mercantiles y por
las prisas del día a día olvidan una y otra vez. En concreto la elegida para la
formación académica de mis hijos es de fundamentos claramente religiosos y en
cuyo ideario la palabra "valores" lo impregna todo, o mejor dicho, lo
intenta impregnar todo. Fue una decisión originariamente en contra de mi
voluntad ya que, al ser la misma que me educó de los seis a los catorce años y
por no haberme generado recuerdos precisamente entrañables, pensé en aquella
máxima que dice que en la variedad puede residir el gusto y al final
primó más la cercanía geográfica y la posibilidad de que pudieran seguir sus
estudios en el mismo centro después de la enseñanza obligatoria, que cualquier
otra causa ideológica. La decisión la tomó unilateralmente aquélla que en
aquellos momentos de mi vida las tomaba por todos sin grandes oposiciones
exceptuando puntuales discrepancias. Eran precisamente estos supuestos
"valores", los de la escuela, los que me hicieron albergar ciertas
cuotas de esperanza ante sus posibles intervenciones o reflexiones en la
causante del mayor de mis problemas y que pudieran dar un vuelco a una
situación para mí del todo desesperante.
Por
aquellos entonces las riendas de una de las sucursales de aquella institución
de claro fundamento "marianista" las llevaba Manel, un religioso con
los votos de castidad y pobreza, entre otros, supongo, que no ejercía el de la humildad
y el de la comprensión. Digo esto porque ya fue doloroso todo el proceso de
inscripción del primero de mis hijos al haber ideado, el tal Manel, un
concierto con determinados parvularios de la zona entre los cuales se excluía
precisamente el elegido desde que Miquel tenía dos años, incluido éste en la
lista de los diez mejores de todo el país. Tal brillante decisión, a la del
concierto me refiero, la tomó Manel, y siempre según sus palabras, sentado una
tarde de primavera en un parque público, iluminado, con casi toda seguridad,
por la virgen María y después, según él, insisto, de realizar un concienzudo
estudio de campo y de mercado de las necesidades educativas del barrio y de sus
feligreses. Puedo dar fe de que realmente hablar con él producía las mismas
sensaciones que hacerlo con un iluminado al cual le brillaban los ojos al
cantar con prosa las bondades y las prebendas de su fe. Sólo hablé con él un
par de veces; la primera para suplicar que aceptara la inscripción de mi hijo y
la segunda para solicitarle ayuda en el distanciamiento forzado y progresivo de
todo lo relacionado en la vida de mis hijos y en ambas ocasiones el esfuerzo de
contención realizado ante el personaje y sus iluminaciones casi me provocan una
peligrosa urticaria. Me daba la sensación, la patética sensación, de que ante
aquel personaje hasta cierto punto estaba prostituyéndome, no en cuerpo pero si
en alma. Estaba suplicándole ayuda a un personaje con el cual la química más
primaria reaccionaba de forma adversa hasta puntos dolorosos y aún así la
necesidad, en ambos casos, me hacía devorar aquel gigantesco sapo peludo que se
me atragantaba centímetro a centímetro a su paso por mi esófago. Si la primera
ocasión de plática sirvió para inhibirse y convertir tal inhibición en puntual
excepción, la segunda no sirvió absolutamente para nada. Estaba claro que aquel
tema sencillamente se le escapaba de las manos e inclusive del propio
entendimiento hasta tal punto que todo presuponía una auténtica dada de
espaldas a una temática cada vez más extendida entre la sociedad, las roturas
familiares. Tal vez pueda pensarse que mi intención era inmiscuir al colegio en
un asunto cuyos protagonistas eran exclusivamente los dos actores de la
situación, pero creo que no. Digo creo, porque ante el desespero quizás mis
procedimientos no eran lo suficientemente claros o lo suficientemente reflexivos
o racionales. Fuera como fuere la cuestión es que deseaba un gesto, quizás una
simple mediación por parte de aquéllos a los que habíamos encomendado la parte
correspondiente de la educación de nuestros hijos comunes, tal vez, por qué no
reconocerlo, una tímida censura al contrario que quizás hubiera apaciguado la
ira reinante y el deseo visceral de revancha.
Era
una quimera, lo reconozco ahora y la ceguera me impidió verlo entonces, la
misma ceguera que ataca a esos célibes que con su manto de santidad se erigen
como consejeros y guardianes de la pureza más absoluta. ¿Cómo pueden devenir,
aquéllos que viven tan de espaldas a la realidad, en consejeros matrimoniales o
garantes de los más fundamentales valores cristianos? Siguen anclados en la
esperanza de que la iluminación divina sustituya su inexperiencia sobre lo más
mundano y ante su ausencia se lanzan como kamikazes a la promulgación de dogmas
y sentencias. Fue mi propio desespero el que me hizo entrever en aquella
insignificante persona un aura de errónea excepcionalidad. Al año de la súplica
me dirigía a él con el siguiente mensaje intentando dinamitar una ínfima
conciencia: ... por estas fechas hace aproximadamente un año que tuve una
entrevista contigo. En aquella entrevista traté de buscar una solución, un
consejo y básicamente ayuda. Pasado todo este tiempo puedo decir que todo sigue
absolutamente igual o peor. Veo, asustado, como cada vez formo menos parte de
la vida de mis hijos, Miquel y Aina, sin saber exactamente los motivos que
conducen a esta situación. A lo que al colegio se refiere por parte de Miquel
en todo lo que llevamos de curso no ha llegado a mis manos ni una sola circular
de las actividades que realiza, exceptuando las notas del primer y del segundo
trimestre, ni tampoco se me ha requerido mi firma para autorizar cualquiera de
las actividades que realizan ambos ni en el colegio ni en el centro
excursionista. En honor a la verdad, tengo que decir que no sé bien a quien
responsabilizar de este hecho, si a los niños, o al colegio u a otra persona
pero, como comprenderás, que por esta circunstancia no puedo ejercer ni mi
derecho natural como padre ni hacer uso de la patria potestad compartida que
legalmente tengo reconocida. Por este hecho, al margen de cualquier otra consideración,
creo que vosotros como institución asumís unos riesgos que no os corresponden,
aunque nunca os pediré más responsabilidades de las que son inherentes a
vuestras actividades docentes. Por mi parte ya he iniciado las pertinentes
acciones legales contra quien considero es responsable de gran parte de lo que
aquí te cuento, y desgraciadamente no son las primeras ni creo que serán las
últimas, y espero que como en las anteriores acaben por darme la razón aunque
de poco me servirá. Volviendo al tema de los niños, antes de finalizar el curso
pasado fui citado por la psicóloga de vuestro centro y me hizo saber que el
estado de Miquel era aceptable y que a simple vista la separación de sus padres
no parecía afectarle en demasía y que la única circunstancia que al parecer
suponía un inconveniente para él era que su padre vivía con otra mujer que no
era su madre. Esas palabras que insistentemente oigo procedentes de varios
foros me obligan a hacer la siguiente reflexión en forma de pregunta: ¿es qué
una persona, aquejada de una enfermedad neurológica y degenerativa, que ve que
su vida se convierte en la lenta espera de su día final rompe con su compromiso
adquirido quince años antes al ver que la otra parte del compromiso no asimila
su enfermedad, no tiene derecho a conocer a alguien, a posteriori de esa
rotura, con suficiente valentía para aceptar esa circunstancia y que con la
cual pueda tener una vida regida por la paz y el amor?
Respecto
a Aina, durante este curso he mantenido dos entrevistas con su profe-ora y al
parecer este curso la niña demuestra una actitud más favorable que el año
pasado, sin tener tantos altibajos y el flujo de información que me llega es
bueno, por lo que estoy francamente agradecido. A la niña la veo más a menudo
que al niño, ya que voy a buscarla cada tarde para llevarla a su domicilio
aunque la propia progresión de la enfermedad pronto me impedirá hacerlo, ya que
mis piernas empiezan a sentir las primeras consecuencias de la misma. Esta
situación me entristece, pero no por el hecho de la progresión de mi
enfermedad, la cual la tengo asumida ya hace unos años, sino que más bien por
el hecho que el día que no pueda irla a recoger ya no podré gozar más de su
compañía. La sinrazón de toda esta situación está llegando hasta tal punto que
unilateralmente alguien ha decidido que ni yo ni nadie perteneciente a mi
familia podrá asistir a la Primera Comunión de Aina que se celebrará el próximo
mes de mayo de este año y no me refiero a los actos seudofestivos posteriores a
tal ceremonia de los cuales perfectamente podemos prescindir, sino al acto
religioso. No pretendo con estas líneas provocar en vosotros ninguna reacción
ni pretendo censurar comportamientos, sólo recordarte aquellas líneas que
escribiste en la página web del colegio en el que relatabas un sueño, un sueño
en el que veías a Marcelino pasear por todas las estancias del colegio y que
alegre observaba como ahora la institución Marista que él fundó no sólo
impartía temarios, sino que además se preocupaba del bienestar de todos los que
componemos la Familia Marista a la que también pertenecemos los padres, y se
preocupaba de la mejor forma posible, impartiendo y enseñando valores, esos
valores que me inculcasteis en mi niñez, valores por los que me he regido toda
mi vida, valores que yo les deseé a mis hijos en el momento de elegir colegio
aunque, y como bien recuerdo en nuestra entrevista, tú me dijiste, esos
valores los impartís en el colegio sin poder controlar que tipo de enseñanzas
reciben los niños fuera del horario escolar. No me extenderé más, sólo quería
hacerte partícipe de esta extraña sensación de orfandad de hijos que me invade
y que quizás tú no puedas entender, ya que el amor que un padre siente hacia
sus hijos es a veces mucho más visceral, primitivo y animal que racional y
lógico. Agradezco la molestia que te pueda suponer el tener que leer estas
líneas.
Con
el insano deseo de dejar en evidencia al objetivo de este mensaje, envié una
copia del mismo a los tutores de las clases en las que en aquel momento estaban
inscritas mis hijos. Cada vez tengo más claro, pese a que no se consigan los
objetivos deseados, que el recurso de cantar en voz alta las excelencias, los
defectos, las incongruencias, las incapacidades, etc. etc. de aquéllos que nos
ofenden es, cuanto menos, reconfortante. De alguna manera esta publicidad es un
acto de lucha contra esa costumbre tan "catalana" de emparedar lo
feo, lo poco vistoso, lo poco políticamente correcto, o revestirlo de
hipócritas sedas para disimularlo lo mejor posible. Difundir la punzante
noticia, sea la que sea, es una práctica que algunos periodistas administran
con sabiduría. Escribir este libro no es algo muy diferente a esa táctica
periodística, por una parte puede usarse como libro de historia pero, por otra,
es dejar constancia del personal punto de vista y vehículo de denuncia del
deficiente comportamiento de otros. Así que como conclusión podríamos obtener
que aquellos "valores" con los que se llenan la boca determinados
centros educativos con marcado recetario religioso son devorados consciente o
inconscientemente por sus correspondientes y subsidiarios responsables.
Responsabilizar por completo a la orden o al temario de la misma sería injusto
y es de agradecer que dentro de sus propios y peculiares procedimientos esté
aquél que determina que en períodos no prolongados de tiempo sean sustituidos
sistemáticamente estos responsables a fin de que no se apoltronen en el cargo e
intoxiquen con sus dejes el funcionamiento del centro. Esta circunstancia hizo
que Manel, al año de estos episodios, cesara en la dirección del centro y fuera
sustituido por un seglar, que si bien no difirierá ideológicamente de la línea
que marca la orden propietaria, su propia condición de seglar, que vive como y
en consecuencia con la realidad social, le facilite a buen seguro una visión
más integral del mundo, de la gente y de sus circunstancias. Con casi toda
seguridad esta persona contraerá matrimonio, formará familia y si así lo desea
tendrá descendencia por lo que podrá comprender lo que significan padres e
hijos para unos y otros. No todo fueron desencuentros con el personal docente
de la escuela donde recibían enseñanza mis hijos. Por un lado podríamos
destacar a Gloria, que supo y quiso comportarse con Aina de forma entrañable y
comprensiva durante dos años. Por otra parte estaría también Enric, que fue
tutor de Miquel por el mismo periodo de tiempo. Él tuvo que soportar las iras
de aquélla que nunca pronunciamos por su nombre y todavía hoy, pasado el
tiempo, debe preguntarse el porqué.
Joan.-
Apreciado Enric, recibí la semana
pasada las notas de este trimestre de mi hijo Miquel y no puedo decir nada más
que han sido desalentadoras. Desde que hablé contigo y me indicaste que su
rendimiento había bajado, he intentado animarlo con buenas palabras y buenos
propósitos a los cuales él me respondía siempre con una actitud positiva, pero
el resultado ya hemos visto todos cual ha sido. He intentado en esta última
semana hablar de una forma u otra con su madre para prestarle mi ayuda, aunque
sólo sea económica, para ponerle un refuerzo semanal de tres horas (clases
particulares), pero al final han desestimado esa opción. El contacto al final
fue mediante un escrito del cual también tuvo una copia Miquel para que fuera
consciente de mi preocupación y de la situación real y del peligro que correría
si tuviera que repetir curso. Al parecer su madre se ha comprometido con él a
realizar esfuerzos suplementarios, pero a cambio tengo constancia de que ha
sido castigado con el retiro de todo aquello que entenderíamos como actividades
lúdicas. No voy a caer en el impulso de juzgar esto último, pero no puedo
resistirme en decir lo curioso que me representa que la gente pida el fin de
una guerra que aunque relativamente es cercana a nosotros, físicamente es
distante y en cambio no seamos capaces de solucionar nuestros particulares
guerras mucho más cercanas tanto geográficamente hablando como sentimentales.
Sinceramente no sé que puedo hacer yo por ayudar a Miquel exceptuando el procurar
no machacarlo en exceso con este tema y mantenerme receptivo y a la espera a
cualquier ayuda que él pueda pedirme. Si tú consideraras algo que yo pudiera
hacer te ruego me lo hagas saber.
Enric.-
Sento que les notes no hagin estat
com podien haver estat, però el cert és que jo també vaig parlar amb ell i li
vaig dir que depenia d'ell, doncs estava en la corda fluixa amb algunes, com
vam comentar. Em va dir que faria els possibles, però el cert és que no ha
estat així. El tema de repetir curs jo el plantejo més per espantar-lo que no
perquè sigui un perill real, sobretot si en Miquel fa el que ha de fer, doncs
capacitat en té de sobres. Divendres tindré entrevista amb la seva mare, que
dit ja de pas, m’ha enviat una nota responsabilitzantme dels mals resultats
del vostre fill i expressant que no sóc una persona digna de confiança. T’ho
comento perquè penso que és un judici injust, sobretot quan a principi de curs,
en l'única entrevista que he tingut amb ella jo li vaig donar una sèrie de
recursos a través de l’agenda perquè se n’assabentés de la marxa d’en Miquel en
qualsevol moment del curs sense cap tipus de problema, i que ella no ha fet
servir en els set mesos que portem de curs, doncs ella només volia que jo em
fes càrrec del seguiment d’en Miquel al centre i esperaria les meves notícies,
tot i jo li vaig dir que és complicat (dono classe a 200 alumnes i sóc tutor de
31), i que li pregava que fes ús del que li vaig aconsellar. A més, una de les
tasques que, des del meu punt de vista, correspon als pares és fer el
seguiment directe del seu fill i no delegar en terceres persones. T’ho explico
perquè ets el pare d’en Miquel, perquè sàpigues com està la situació i perquè
m’he sentit personalment dolgut, ja que em sento qüestionat com a persona i com
a professional. Et demano que per favor no li comentis res ni a ella ni a en
Miquel, però crec que com a pare d'ell n’hauries d’estar al corrent. Miquel té
el problema que no assumeix les responsabilitats que suposen els estudis amb la
constància que caldria, perquè ha suspès tres de les assignatures per autèntica
deixadesa i no estudiar una mica més, doncs en l’última setmana de crèdit, 4
dels 5 suspensos depenien del seu últim examen i ell ho sabia prou bé. Espero
que canviï d’actitud pel que fa a la responsabilitat, doncs com a persona i com
a alumne a classe no genera mai cap problema (com a mínim aquest curs). Sigui a
base de professor particular o qualsevol altra mesura que es pugui prendre, cal
un compromís ferm per part d’en Miquel i, naturalment de qui l’ha de controlar
constantment, i que no és, en absolut, el seu tutor ni el centre. Agraeixo que
et posis en contacte amb mi i resto com sempre a la teva disposició.
Joan.-
... quizás este mensaje a priori
pueda parecerte algo largo y extenso pero no puedo evitar escribirte
básicamente para hacer los homenajes pertinentes a ciertas personas. También
quisiera que comprendieras el lenguaje o la forma de expresarme que utilizaré
en la redacción de estas líneas pero seguro que podrá servirte para entender
algunas cosas. El primer homenaje es hacia ti ya que de ninguna forma se te
puede responsabilizar de una actitud ajena a tu persona y a tu trabajo. Decir
que el único responsable de las notas de Miquel es el propio Miquel sería lo
más fácil para el entendimiento de la mayoría pues tiene la capacidad y la edad
suficiente como para asumir esa responsabilidad, aunque conociendo como conozco
el caso puedo asegurarte que no es del todo así. La sobreprotección por parte
de su madre a la que se ha visto sometido durante muchos años hace que él casi
por obligación asuma ese papel de protegido hasta las últimas consecuencias
inclusive sobre las que estamos hablando. Esta última afirmación viene refrendada
por la negativa a la ayuda que le he propuesto para que alguien del exterior
ayude académicamente a Miquel ya que, según el mismo Miquel me ha informado, su
madre asumirá ese papel de refuerzo. Para entender aún más un poco la
situación, añadir también que debemos hacer el esfuerzo de ver a Miquel como un
sobreviviente a una situación que él todavía no puede entender y que su
interior le dice que ni siquiera debe realizar ese esfuerzo para no sufrir
consecuencias no deseadas o posibles represalias. Sé que esta metáfora es
quizás un poco cruda pero entendamos aquello de que raramente un perro morderá
la mano de quien lo alimenta. Y es que aunque para mí a priori y mirado desde
el punto de vista de los demás pueda resultarme muy fácil hablar en este tono
bajo una ligera sospecha de resentimiento, es precisamente todo lo contrario.
La prudencia me obliga a no complicar la vida a dos personas que no son otra
cosa que mis propios hijos y debido a que deben vivir una situación que yo
nunca provoqué, debemos considerarlos como víctimas colaterales de un conflicto
que unilateralmente se ha creado. Estamos hablando de una persona con una
capacidad intelectual por encima de la media pero incluso en regímenes del todo
fascistas siempre han habido personas o ideólogos con capacidades similares.
Básicamente se trata de una persona que se rige por completo bajo unos cánones
de absoluta perfección. Todo aquello que se aparta de esa perfección, de su
perfección, es perseguido, cuestionado y si llega al caso sacrificado o
eliminado, de ahí quizás uno de los motivos principales de nuestra separación
ya que se produjo cuando el diagnóstico de mi enfermedad era irreversible. Esta
prudencia a la que hago referencia es la que me empuja a que no hable con nadie
o casi nadie de este tema, en primer lugar porque me produce ciertas dosis de
vergüenza personal por no haber logrado conducir esta situación a un final
menos traumático para todos y en segundo lugar porque comprendo que cada cual
ya tiene bastante con lo suyo. También por esto quiero que sepas perdonarme la
ligereza de explicarte todo esto pero pretendo que con ello puedas entender un
poco más a cada uno de los interlocutores.
No
pretendo ni por un momento que te alinees en un bando u a otro pero por el
hecho de ser una parte, hoy por hoy, importante de la educación académica de mi
hijo sí considero que debes tener derecho a la información. He intentado
prácticamente desde el nacimiento de Miquel influir en algo en su desarrollo
personal como lo haría cualquier padre, pero me ha sido imposible. Como ya te
comenté el día que tuvimos la entrevista, el problema de mis hijos es que
reciben una educación monoaural. Para conseguir este fin simplemente ha
fomentado la incomunicación permanente no atendiendo ninguna de mis llamadas
telefónicas, ninguno de mis requerimientos por escrito, etc. De esta forma todo
aquello referente a la vida de mis hijos lo sé por lo que ellos mismos me
cuentan, aunque comprende que no puedo obtener esa información bajo presión
sino por los quince minutos que comparto cada día con la niña en el momento de
recogerla del colegio para llevarla a su casa, acto que tengo reconocido por
resolución judicial, y los cinco minutos que Miquel ha decidido a escondidas de
su madre pasar conmigo los lunes antes de entrar al colegio además de la diaria
llamada telefónica que me autoimpongo y les impongo para poder hablar cada día
del año con ellos sin excepción. También creo que es interesante que sepas que
debido al hecho de que puse en conocimiento de los juzgados de familia el
incumplimiento repetitivo del régimen de visitas al que tengo derecho, la
persona de la que hablamos en colaboración con sus representantes legales no
tuvo el más mínimo reparo en decir por escrito que debido a mi enfermedad soy
una persona incapacitada para hacerme cargo de cualquier cosa referente a la
educación de mis hijos, una persona encerrada en su propio problema y que utiliza
dicho problema para conseguir que los demás accedan a sus propósitos y que mis
comportamientos, refiriéndose al acto de denunciar sus incumplimientos, eran
causantes de depresiones y bajo rendimiento escolar de mis hijos y que para
postres compartía mi vida con una persona aquejada de una enfermedad crónica
que no hace nada más que refrendar que todo aquello que se aparta de su
peculiar perfección debe ser castigado. No recuerdo donde leí una vez que por
mucho que te creas que una persona es capaz de quererte nunca serás capaz de
imaginarte todo el daño que podrá hacerte. Y así ha sido, soy víctima de la
peor de las torturas, dejando al margen los condicionantes propios de mi
enfermedad y que no es otra, esta tortura, la de verme sistemáticamente alejado
de mis propios hijos por una decisión otra vez unilateral de una persona que
tiene cierta tendencia a dictar obligaciones, leyes y comportamientos para
cumplimiento exclusivo de los demás.
He
solicitado ayuda en todos los foros imaginables incluyendo la justicia, familia
e incluso vuestro propio colegio, pero unos por un exceso de protección hacia
el factor femenino, otros por tratarse de un enemigo muy poderoso para ellos y
otros por no querer involucrarse gratuitamente en un tema de difícil solución,
la verdad es que todo sigue igual que desde el principio. Quiero expresarte
este sentimiento de vergüenza ajena que me hace sentir las acusaciones de las
que ahora tú eres víctima, quiero expresarte y aunque parezca en un principio
un peloteo gratuito, que tales acusaciones las encuentro del todo injustas en
primer lugar porque en todos los años de colegio de Miquel creo que has sido de
los pocos que ha sido un poco consciente del problema. También quiero que sepas
que no te quepa ninguna duda de que Miquel está absolutamente convencido de que
este año le ha tocado como tutor uno de los mejores profesores que jamás tuvo y
así me lo ha hecho saber cuando nadie más puede escucharnos y como prueba de
ello quizás su buen comportamiento, como tú ya me has hecho saber a lo largo de
este curso. Él simplemente está asustado con la idea de repetir curso aunque no
tengo muy claro todavía que es lo que más le asusta, si el hecho específico de
repetir o las consecuencias que en su vida esto le pueda reportar. He
intentado a base de repetición hacerle ver que con un mínimo de esfuerzo por su
parte podrá superar este obstáculo y con él aumentar la calidad de vida de todos
incluida, por supuesto, la suya propia. Comprende el temor que me invade a que
esta persona sea capaz de anteponer sus extraños intereses a no recibir nada
que pueda venir de mi parte antes que al interés de que Miquel pueda superar
esta situación con la ayuda de todos, comprende también el temor que me invade
al pensar los posibles actos o comportamientos de desesperación que la presión
a la que él está sometido puedan derivarle. Yo no hago nada más que repetirle
que antes de cualquier temor o duda ante cualquier cosa de su vida tenga a bien
comunicármelo o comentármelo de la forma que sea y que en todo momento estaré a
su disposición, me encuentre en el estado en el que me encuentre, ya que por
suerte mi salud mental es lo suficientemente fuerte como para asumir cualquier
problema que él me pueda generar. Te aseguro que la sinrazón de esta situación
llega hasta los extremos que la madre de Miquel es capaz de inventar situaciones
que nunca han ocurrido como supuestas infidelidades pasadas y que tanto ella
como los niños se encuentran en una situación algo aislada del resto del mundo
por lo que, incluso, las amistades de toda la vida han tenido que irse
apartando paulatinamente de su entorno y tras largos análisis por mi parte lo
único o la única razón por la que ha llegado a ese extremo es la de justificar
el porqué una persona en un estado de salud precario, como el mío, ha sido
capaz de abandonar casa y familia por el "simple" hecho de liberarse
de tal fenómeno. Para acabar sólo puedo pedirte el esfuerzo adicional de que
comprendas que tal vez, Miquel, sea también un poco víctima de todo esto y que,
aunque me duela decirlo, porque no me cabe ninguna duda de lo contrario,
cualquier mal entendimiento que puedas tener con su madre no lo extrapoles a él
que bastante ya tiene. Creo que también es lícito que sepas que esto no es la
primera vez que pasa en la vida escolar de Miquel, que ya sucedió en tercero en
el centro de primaria y que justamente desde entonces de una manera u otra nos
ha perseguido este tema en el transcurrir de los años. A mí personalmente
aquellos acontecimientos me causaron alguna recaída de salud y me aterroriza la
idea de pensar que la historia vuelve a repetirse. Enric, sinceramente no sé
como pedirte disculpas aunque sea de una forma subsidiaria, pues como habrás
entendido a través de estas líneas, yo poco tengo que ver con esas acusaciones
y yo poco puedo hacer para poner remedio a esta situación adversa a la que
ahora te ves sometido. Lo que sí puedo hacer es pedirte disculpas por semejante
discurso que acabo de escribir y ofrecer mi colaboración en lo que sea posible.
Enric.-
Gràcies per tot. No pateixis, que no
considero en Miquel com a responsable d’actes que no són seus ni prendré cap
tipus d’actitud negativa envers ell pel que passa. Crec que cada persona ha de
ser responsable del que li pertoca i saber assumir la seva part de
responsabilitat, i si no en sap, doncs si pot i vol, n’haurà d’aprendre. No obstant,
com ja et vaig comentar, només volia comentar-t’ho per la part que et toca, i
ja et diré com ha anat l’entrevista amb la seva mare el divendres. Agrair-te la
teva col·laboració i, si hi ha res, ja t’ho faré saber.
Enric.-
Primer comunicar-te que vaig tenir
una entrevista amb la mare de Miquel, i després d'ella va quedar bastant clar
que cada part havia d'assumir la seva part de responsabilitat i fins i tot va
demanar disculpes si la seva nota havia estat ofensiva, ja que no havia estat
la seva intenció. Bé, jo no sé si ho havia estat o no, però l'important era
arribar a una entesa per al benefici de l'educació de Miquel. Considera ella
que Miquel ha d'acceptar també la seva responsabilitat, i per assolir això
adoptarà les mesures que cregui convenients. Respecte al rendiment de Miquel,
sembla ser que ha millorat alguna cosa, encara que haig de reconèixer que, per
exemple en anglès no va sobrat..., com sempre entre el 4 i el 5. Quan vaig fer
l'últim control d'agendes, no tenia totes les notes apuntades però ell
assegurava que els resultats que faltaven eren bons (li atorguem el benefici
del dubte?). Diu que s'ha adonat del que ha de fer i que ho farà. No he pogut
parlar amb la resta de professors. Intentaré fer-ho. La forma més fàcil seria
demanant, via agenda, a cada professor l'estat actual de notes de Miquel, però
la seva mare va dir que no estava disposada a fer això, així que per la meva
part intentaré assabentar-me d'alguna cosa més en concret, però el procés és
més lent i només queden 3 setmanes de curs ordinari, abans de colònies i el
crèdit de síntesi.
Joan.-
En primer lugar darte las gracias por
la información que me das, por tu interés y también por tu paciencia. Por mi
parte no tengo otra opción que concederle a Miquel el "beneficio de la
duda" como tú bien dices, aunque a veces esto me haya provocado más de una
sorpresa. Un poco en clave de humor a todos nos suena esta rimbombante palabra
de "todo va bien" pero quizás el aceptar esas palabras no sea nada
más que ir aceptando paulatinamente mi mutación de padre a un seudo refugio de
una presión constante, algo parecido a un muro de lamentaciones que Miquel
utiliza cuando le conviene. Sea lo que sea y en las condiciones que estamos ya
me parece mucho y me conformo. No me cansaré de repetir que lamento mucho que
de alguna manera te hayas visto implicado en esta sinrazón pues procuro por
todos los medios que nadie, y en primer lugar los niños, se vea salpicado de
forma alguna en esta situación pero a veces pienso que lo que para algunos
sería lo más fácil, el despreocuparme por completo de todo lo referente a ellos,
para mí significaría como perder un poco el sentido de la vida.
Tenía
razón Enric en aquello que la máxima responsabilidad de la formación integral
de los niños corresponde a sus padres. Entendamos pues esta afirmación como
algo genérico de la que, no obstante, cuelgan multitud de flecos que admiten
reflexiones más profundas. La escuela como servicio público y por fin universal
debe asumir la corresponsabilidad que se le otorga y se le exige. La mayoría,
tanto estatales como concertadas, están dotadas de los servicios mínimos que se
le exigen para efectuar un seguimiento profesional del rendimiento de aquellos
alumnos a los que admiten. Es complicado, lo sé, pero no podemos tratar a niños
de la misma manera que tratamos a cabezas de ganado ni tampoco convertir sus
rendimientos o sus particulares idiosincrasias en fríos números estadísticos
que valoran conocimientos y actitudes. Los niños no son notas académicas y tal
vez, en muchos casos, esas mismas notas pueden reflejar no sólo un conocimiento
enciclopédico de un temario sino también algún factor determinante que incida
directamente en ese conocimiento. No nos basta reconocer que un niño tiene
capacidad para sacar unas notas aceptables pero que debido a su bajo
rendimiento no consigue unos mínimos deseados. Quizás tengamos que dar un paso
más y determinar que causas son aquéllas que impiden que un menor, sin realizar
un descomunal esfuerzo, pueda rendir en unos niveles satisfactorios en
beneficio propio y para tranquilidad de sus progenitores y educadores
colegiados. Quizás mucho tenga que ver toda esta teoría con esos valores a los
que vamos refiriéndonos en todas estas páginas. Si se fomentara tanto por parte
de los padres como por parte de los profesionales que desempeñan las funciones
de educador en las escuelas el valor de la responsabilidad, pero no de palabra
sino de forma efectiva, tal vez el menor entendería que es parte de su
responsabilidad aprovechar esa grandiosa oportunidad que es la educación
obligada y gratuita en los países desarrollados. La mayoría de las veces
multitud de tecnócratas que se dedican a la enseñanza se limitan a impartir
temario olvidando cualquier concepto más y por supuesto olvidándose de valores
o conceptos parecidos que exigen dedicación. No son situaciones generalizadas,
es decir, no todos optan por la más común de las técnicas y los hay que se
implican de manera notoria, tal vez éstos hayan entendido que se les hace
entrega de un preciado tesoro por parte de los padres que es esa corresponsabilidad
en su enseñanza y formación que mucho influirá en la manera de ser y en la
manera de comportarse en el futuro de sus hijos. Enric descubrió, de manos de
aquélla que nunca pronunciamos por su nombre, la técnica policial de la cual ya
hemos hablado alguna vez, aquélla que consiste en primero pegar para luego
preguntar, y en el caso de que descubramos nuestro error de cálculo poder pedir
el pertinente perdón. La técnica, como mínimo, ofrece unos niveles
determinantes de intimidación que marcan para una larga temporada al golpeado
que condiciona sus actos a partir de ese momento para no volver a ser víctima
de ningún golpe injustificado. La técnica es efectiva, lo puedo asegurar, y
acostumbra a funcionar de forma sublime en aquellas personas a las que
podríamos colocar la etiqueta de "buena fe" ya que éstos acostumbran
a reprimir el contraataque con la sana intención de no entrar en una pelea o
guerra de incierto desenlace. Los que no creen en la violencia son capaces
incluso de realizar el esfuerzo de recibir el primer bofetón sin contestar al
ataque sin antes preguntar como mínimo el porqué. Los hay que hoy por hoy
todavía desdeñamos la teoría de que la mejor defensa es el ataque.
Enric.-
Només volia donar-te la bona notícia
que Miquel ha aprovat tot en aquesta tercera avaluació, demostrant que quan
vol, ho pot fer. No obstant, a causa del seu rendiment irregular durant el curs
passarà a quart amb una pendent: català, però que la podrà recuperar el pròxim
curs. Et pregaria que no li diguis res a Miquel, doncs en principi això és
informació confidencial fins la pròxima setmana, data en la qual es lliuraran
les notes i de les quals ja et faré arribar una còpia.
Joan.-
Apreciado Enric, llevaba dos semanas
que por un problema generado por el exterior y también por las temperaturas
elevadas no dormía lo suficientemente bien y francamente estaba desanimado,
pero al leer tu mensaje éste no hizo más que provocarme el llanto mientras me
invadía una sensación de alegría y tranquilidad. Tienes razón, así es Miquel, capaz
de hacernos volar por las nubes y seguidamente arrastrarnos por el barro,
siempre moviéndose por el límite del caos. Supongo que cuando esta noticia sea
extensible a todos ya habrá quien quiera apuntarse el mérito exclusivo pero me
da absolutamente igual, lo importante es que el resultado final al único que
beneficia es al propio Miquel y a nosotros a su vez nos da argumentos para que
cuando vuelva a bajar el ritmo podamos recordarle que es capaz de remontar y
casi sin despeinarse. Escribo esto y me río pensando de que con Miquel tenemos
a un ciudadano modélico al que sólo se le controla con la amenaza de la multa
como la inmensa mayoría que sólo moderamos la velocidad conduciendo un coche
bajo la amenaza del radar y sus consecuencias. Hace poco vi que llevaba una
camiseta del Che que compramos juntos y le dije que de momento le consideraba
indigno de llevar esa camiseta y él me preguntó el porqué. Yo le contesté que a
él no le veía el instinto revolucionario por ningún sitio y que hacía esa
afirmación al ver que ni siquiera era capaz de demostrarnos que podía superar
esta crisis académica para hacernos callar a todos. Comentarios como éste que a
veces no sé si son acertados o desacertados hace que también me sienta un poco
corresponsable de lo que Miquel acaba de hacer, como también te considero a ti
corresponsable por la parte que te toca, de las charlas que has tenido durante
este curso con él, por lo que no me queda nada más que el darte las gracias,
gracias también por tu comprensión hacia mi situación y gracias por tu
paciencia. Poco queda en el tintero sobre este
tema. No sería justo acabarlo sin hacer mención del último profesor que Aina
tuvo en primaria. Salvador, ése era su nombre. Curioso adjetivo para la única
persona de todo el gremio que me dijo que un servidor, el que esto escribe, lo
estaba haciendo lo mejor posible, lo mejor que me dejaban. Me dijo esto como
también me dijo que Aina era buena, muy buena en su interior, y que necesitaba
todo el cariño del mundo posible pero que exteriorizaba no desearlo, una niña a
la que todos deseamos amar pero que no se deja querer.
Acabaremos el capítulo con un escrito que presenté en los "Jocs Florals" organizados por el colegio de obligado tema que aproveché para dirigirme a Aina y Miquel: A vosaltres, fills Estimats fills, des de que vaig saber el tema sobre el qual aquest any versarien tots els escrits que es presentaran en aquests jocs florals no he pogut parar ni un sol moment de pensar quantes coses us vull dir. Corren temps dolents per a tots, tant a nivell personal com d’interès general. Potser, fent un an|lisi exhaustiu i potser fins i tot metafísic d’aquests temps dolents, tot es pugui resumir en els mateixos termes; la intolerància, la prepotència, la negació de la veritat, la manipulació, l’engany, la deformació de la realitat pel pur interès propi d’alguns, el desig incontrolable de violència en qualsevol de les seves formes. Tot això fa que les coses estiguin actualment com estan amb molts dels sentits de les nostres vides. De vegades, fins i tot ens costa de frenar un impuls primari de combatre aquests antiva-lors amb les mateixes armes i sols uns pocs privilegiats són els que, desprès de profundes i llargues anàlisis, aconsegueixen resistir i dominar aquests impulsos i combatre aquelles formes il·lògiques de vida, amb la tolerància, la solidaritat i el diàleg. Sovint, en totes les etapes de la nostra vida ens movem i vivim sota un marge molt estret. Com el títol d’una recent pel·lícula voltem per sobre d’una “estreta línia vermella” que separa el bé i el mal i potser la diferència entre estar a un costat o a l’altre d’aquesta línia és atresorar en el nostre interior uns conceptes als quals per simplificar anomenem “valors”. Valors, paraula tan malament utilitzada en moltíssimes ocasions, concepte simple, enarborat per ràncies tradicions i apreciat tresor per tot aquell que de veritat aprecia tindre la més mínima porció de qualsevol dels conceptes que formen part d’aquesta estranya poció que acabem d’anomenar valors. I tornem al principi, recordant el lema d’enguany i sobre el qual tothom par-lar| en aquests jocs florals “DINS TEU, UN TRESOR PER DESCOBRIR” perquè justament és així, perquè dins de vosaltres es van arrelant amb l’esdevenir del temps cada una d’aquestes essències, cada un d’aquests valors que en el vostre aprenentatge, que en les vostres companyies, que en els vostres actes i que en els vostres comporta-ments, un cop destil·lats s’aniran dipositant dins de vosaltres. Passar| el temps i la vida i alguns d’aquests valors es convertiran en dogmes i altres aniran canviant, aniran millorant, es reinventaran com la mateixa vida i també n’aprendreu de nous. Valors, que ni en les condicions més extremes, com per exemple la tortura, ningú us podrà lle-var. Això serà el vostre tresor, el convenciment de les coses ben fetes, el convenci-ment de la lògica dels vostres actes, de la tranquil·litat que ens proporciona viure en pau amb nosaltres mateixos, amb els nostres semblants, amb la natura, amb la gent que estimem i també amb aquells que volen ser els nostres enemics.
Acabaremos el capítulo con un escrito que presenté en los "Jocs Florals" organizados por el colegio de obligado tema que aproveché para dirigirme a Aina y Miquel: A vosaltres, fills Estimats fills, des de que vaig saber el tema sobre el qual aquest any versarien tots els escrits que es presentaran en aquests jocs florals no he pogut parar ni un sol moment de pensar quantes coses us vull dir. Corren temps dolents per a tots, tant a nivell personal com d’interès general. Potser, fent un an|lisi exhaustiu i potser fins i tot metafísic d’aquests temps dolents, tot es pugui resumir en els mateixos termes; la intolerància, la prepotència, la negació de la veritat, la manipulació, l’engany, la deformació de la realitat pel pur interès propi d’alguns, el desig incontrolable de violència en qualsevol de les seves formes. Tot això fa que les coses estiguin actualment com estan amb molts dels sentits de les nostres vides. De vegades, fins i tot ens costa de frenar un impuls primari de combatre aquests antiva-lors amb les mateixes armes i sols uns pocs privilegiats són els que, desprès de profundes i llargues anàlisis, aconsegueixen resistir i dominar aquests impulsos i combatre aquelles formes il·lògiques de vida, amb la tolerància, la solidaritat i el diàleg. Sovint, en totes les etapes de la nostra vida ens movem i vivim sota un marge molt estret. Com el títol d’una recent pel·lícula voltem per sobre d’una “estreta línia vermella” que separa el bé i el mal i potser la diferència entre estar a un costat o a l’altre d’aquesta línia és atresorar en el nostre interior uns conceptes als quals per simplificar anomenem “valors”. Valors, paraula tan malament utilitzada en moltíssimes ocasions, concepte simple, enarborat per ràncies tradicions i apreciat tresor per tot aquell que de veritat aprecia tindre la més mínima porció de qualsevol dels conceptes que formen part d’aquesta estranya poció que acabem d’anomenar valors. I tornem al principi, recordant el lema d’enguany i sobre el qual tothom par-lar| en aquests jocs florals “DINS TEU, UN TRESOR PER DESCOBRIR” perquè justament és així, perquè dins de vosaltres es van arrelant amb l’esdevenir del temps cada una d’aquestes essències, cada un d’aquests valors que en el vostre aprenentatge, que en les vostres companyies, que en els vostres actes i que en els vostres comporta-ments, un cop destil·lats s’aniran dipositant dins de vosaltres. Passar| el temps i la vida i alguns d’aquests valors es convertiran en dogmes i altres aniran canviant, aniran millorant, es reinventaran com la mateixa vida i també n’aprendreu de nous. Valors, que ni en les condicions més extremes, com per exemple la tortura, ningú us podrà lle-var. Això serà el vostre tresor, el convenciment de les coses ben fetes, el convenci-ment de la lògica dels vostres actes, de la tranquil·litat que ens proporciona viure en pau amb nosaltres mateixos, amb els nostres semblants, amb la natura, amb la gent que estimem i també amb aquells que volen ser els nostres enemics.
Són
tantes coses les que voldria dir-vos i tantes altres de les que voldria parlar
amb vosaltres, que potser no hi hagi prou paper al món per escriure-les amb la
mateixa quantitat i rapidesa que apareixen al meu cap. Vosaltres, fills meus,
també sou el meu tresor, perquè també esteu dintre meu. Vosaltres també sou els
meus valors, per als quals visc, per als quals m’esforço, per als quals em
llevo cada matí amb ganes de gaudir el dia que comença. Vull aprofitar aquesta
oportunitat per dir NO A LA GUERRA, ni a aquesta ni a cap, ni petita ni gran,
no a les postures inflexibles, no a la prepotència del que es creu poderós, no
a res que ens faci sentir menys lliures.