martes, 19 de abril de 2011

Día a día I

A falta de nuevas ideas de las que poder escribir me he decidido a empezar una serie de apuntes en los que describiré de la forma más sincera mi día a día, nuestro día a día, el mío y el de Eva, mi compañera. Antes de empezar lo que sí quisiera es añadir que 16 años de enfermedad hacen que esta descripción detallada que hoy empezamos es, por decirlo de alguna manera, una situación mutante. Es decir, hace tan sólo unos meses no era como la que ahora vamos a describir, como tampoco lo será la que podríamos relatar algunos meses en adelante. Esa es la característica de esta enfermedad cuyo adjetivo "degenerativa" la describe sin paliativos y sin necesidad de encontrar ningún otro gracioso eufemismo. Debo de reconocer que este ejercicio de describir 24 horas de nuestras vidas ya lo he realizado con anterioridad así que puede darse la circunstancia de que alguien piense que me repito por lo que intentaremos adornarlo con comentarios que aparezcan en ese momento por mi mente aunque no sean cosas concretas o repetitivas del día a día. Y si por alguna circunstancia o si por algunos de los detalles de la descripción alguien pueda pensar que el resultado es soez, desagradable o poco elegante, ruego me disculpen pero las cosas son como son.



Suena el despertador, son las seis de la mañana, y el impertinente sonido sirve como buena excusa para interrumpir el enésimo sueño que cada noche me invade. Desde que tengo que dormir con la ventilación http://lavidaconela.blogspot.com/2009/12/maquina.html, hace ahora aproximadamente poco más de tres años, mi actividad onírica ha aumentado hasta unos límites desagradables o incómodos. Sería interesante que alguien me pudiera explicar la diferencia entre sueño "conciliador" y pesadilla pero la cuestión es que con una molesta peridiocidad mi subconsciente viaja con nocturnidad a mil y un lugares, rodeado de desconocidos acompañantes y resucitando involuntariamente a más de un y a más de una fantasma particular que provocan bruscos despertares acompañados de angustia. Deberíamos consultar al omnipresente, mediático hasta un punto cansino doctor Estivill, especialista en terapia del sueño, sobre qué podemos hacer con estas etapas Rem para lograr desconectar aunque sólo sean unas cuantas horas. Lo normal es que cada dos horas me despierte ya sea a causa de la necesidad de un cambio postural o bien por lo que yo entiendo como pesadilla, e incluso muchas veces por las dos cosas a la vez, algo que me hace llegar a pensar que esa dosis de dolor provocado por la incomodidad alimenta la pesadilla y eso el desenlace. Lo extraordinario es dormir las cuatro primeras horas de la noche de un tirón ayudado, eso sí, con una pequeña dosis de hipnótico que me desconecta del consciente y del subconsciente sin excesivos efectos secundarios, aunque no garantiza la desconexión por más espacio de tiempo sin tener que recurrir a dosis más altas, a lo cual hoy por hoy me resisto. Me cuesta recordar la última noche que dormí de principio a fin, sin sueños, sin pesadillas, sin peticiones de movimiento, ni conversaciones a deshora e incomodidades.



Nos habíamos quedado con el despertador sonando impertinentemente, regalo del programa de puntos estrella de la Caixa, Made in China, por supuesto. Con un poco de suerte y dependiendo de la posición puedo confirmar como cada mañana que son las 6:00 horas ya que el engendro refleja en un tenue color rojo los dígitos en el techo. Aprovecho el primer aviso matutino para pedirle a Eva que me dé un poco de agua para humedecer la boca y la garganta absolutamente reseca a causa de la ventilación de la que dependo toda la noche.



Y ya que volvemos a nombrarla trataré de definir de la manera más exacta a la que acostumbro a llamar "mi compañera". Técnicamente es mi esposa, o mi mujer, aunque estas dos últimas definiciones me incomoda utilizarlas porque me parecen algo casposas. La primera porque asocias ese nombre a los grilletes con los que se inmovilizan a los detenidos y eso da mal rollo, y la segunda porque con el prefijo "mi" parece que reclames y tomes posesión de algo, como diciendo... "mi coche", "mi casa", "mi perro", "mimimimimimi", y así un largo etcétera. Así que "compañera" me parece, de largo, lo más acertado porque literalmente es eso, quién te acompaña en lo bueno y en lo malo, en la enfermedad, en el día a día, las 24 horas del día, de forma voluntaria y entusiasta, aunque parezca que no pueda ser verdad. Quizás para algunos el término "compañera" suene mucho a sindicalero pero la culpa la tienen los sindicalistas por abusar tanto de la palabra en sus dos opciones de género asamblea tras asamblea. Algo parecido sucede con los políticos que de tanto nombrar "conciudadanos" o "pueblo" aburren con la definición hasta el punto de perder casi toda la credibilidad que confiere el término.



Y volviendo al tecnicismo, Eva es lo que es porque contrajimos matrimonio civil un mes de enero del año 2005 tras un traumático divorcio de un matrimonio anterior del que si viene a cuento ya hablaremos porque sí tiene algo que ver con esto de la enfermedad. Nos casamos porque el acto de forma primaria nos proporcionó placer, así de simple, y también, por qué no decirlo, porque todo está montado para que en determinadas circunstancias la justicia lo sea más optando por esa opción y porque de alguna manera nos apetecía darle con el Libro de Familia en los morros a unos cuantos, que después de cuatro años y medio de relación "pecadora" todavía dudaban de la entrega y dedicación de una y del compromiso por la vida en común del otro.



Continuará...



9 comentarios:

Belen dijo...

espero impacient els seguents capitols Joan.
la veritat es que, salvant les distàncies, com a asmatica bronquitica he de dir-te que hi ha epoques, quan no respiro be, que no dormo be. No tinc malsons però m'és molt dificil dormir tota la nit d'una tirada, aixi que, ni que només sigui una mica, t'entenc.

Joan Garrido dijo...

Guay!!!, sapiguer que tinc una lectora entusiasta em dona ànims per seguir escribint. Dona'm temps i molt aviat publicaré la segona entrega. Serà la bomba!!!

Tere dijo...

Apa !!! Ja em tens enganxada un altre cop !!! Jejeje

Belen dijo...

home Joan, es que entre llegir-te a tu o la normativa europea sobre riscos en analisis de sang... no hi ha color xaval! je je

Joan Garrido dijo...

Belen un dia ens has d'explicar a què et dediques. Això de les normatives i anàlisi de sang sona molt de moda. Ho dic per el fotiment de sèries sobre vampirs que inunden els cines i la televisió.

Belen dijo...

uff! gens glamorous darlings...
soc llicenciada en exactes (o sigui matematica) i treballo en una industria farmaceutica amb tema de control de riscos, normatives, auditories de qualitat etc etc...

no està malament la feina, ara, molt i molt creativa tampoc és, pa que nos vamos a enganyar je je

Belen dijo...

per cert, una idea, perque no escrius sobre els punts estrella de la caixa?
una cadireta pel macià pel cotxe: 7500 punts.
1 punt = 1000 ptes (fem-ho en números rodons)

cadireta=7500*1000=7500000
o sigui q la cadireta ens surt per 7 quilos i mig!!

pd: ho sento, tinc el dia freak!

Eva dijo...

T'ha sortit la vena matemàtica amb el càlcul de la cadireta.
Miraré que puc fer amb això dels punts, però sobretot amb el munt de comissions que ens cobren tot i que ho fem tot per internet.
Som nosaltres qui fem l'obra social per ells. Savies que amb les comissions que ens cobren ja tenen per pagar els sous de tots els que treballen a la Caixa?

Joan Garrido dijo...

Upss!!!, l'entrada d'abans de l'Eva sóc jo, coses de l'informàtica.
Visca el Barça!!!