miércoles, 17 de febrero de 2010

Réplica virtual

Vaya con la palabrita, ser o no ser abnegada, esa es la cuestión. Aquí estoy otra vez haciendo un nuevo apunte para contestar a una alusión que se ha hecho en otro blog sobre la palabra “abnegada”.
Creo que debo ser yo quien realice esta réplica porque seré yo quien justifique el porqué de esta palabra. Es verdad que me indigné cuando la escuché en boca del portero de la finca, la entendí mal y Joan me aclaró el sentido del vocablo. Pero veo que muchas personas también desconocen su sentido. ¿Por qué me tengo que sentir mal siendo abnegada?, ¿se pone en cuestión la abnegación de una madre? Ahora puedo decir que estoy orgullosa de ser una mujer abnegada, puede sonar a prepotencia o soberbia pero es que no concibo mi vida de otra manera.
Yo opté hace diez años compartir mi vida con Joan en un estado de enfermedad incurable, degenerativa y cruel. Lo hice de una forma responsable. Puede que esté ahí la diferencia, yo lo escogí, Joan no escogió estar enfermo. Pero ambos teníamos muy claro de cómo podía ir todo el proceso de la enfermedad.
La palabra “abnegada” me parece ahora bonita porque define muy bien todo el amor que siento por Joan; tampoco dudo que sea la única que tenga esta cualidad, no tengo un don especial para ello. Es una palabra relacionada con la dedicación absoluta. Pues sí, y yo puedo decir que esto no es tan duro, el amor lo hace todo fácil. Hay quien dice que la dedicación absoluta hace que la persona que cuida no tenga tiempo para ella, bueno en mi caso lo tengo, es cuestión de organización, aunque lo más importante para mí es tener tiempo para querer a Joan con locura hasta que la muerte nos separe, y no podría soportar no estar a su lado cuando llegue el momento, no me lo perdonaría por nada del mundo.
Volvemos al tiempo. Claro que mi tiempo lo debemos pagar, alguien debe permanecer con Joan mientras yo voy a comprar, a bajar la basura, al médico, a realizar papeleos, porque la familia, que dicen es la que debería echar una mano en estos casos, no está ni ha estado nunca a la altura. ¿Para qué más necesito tiempo?, ¿para depilarme las ingles?, en mi caso viene la esteticién a casa, ¿para ir a la peluquería?, no es necesario y todo se lo debo a mi muñeca Rosaura con la que hice mis primeras prácticas de peluquera cuando era pequeña, después lo probé con mi madre, mi padre, mi hermana, con Joan y me dije…lo probaré conmigo misma. ¿Tiempo para limpiar, para planchar?, recordad esto me lo hace la persona que permanece con Joan cuando yo no estoy. ¿Tiempo para cocinar?, lo tengo, hasta para publicar mis platos en mi blog “Les coses de l’Eva”. ¿Tiempo para comprar ropa?, lo hacemos juntos por Internet hasta comprar embutido y todo lo que se te ocurra. ¿Tiempo para comprar pendientes?, lo tengo, es que me chiflan (toda yo frivolidad).¿Tiempo para ir al gimnasio?, yo ya he hecho gimnasia rítmica de competición durante ocho años de mi vida. ¿Tiempo para ir al cine?, vemos las pelis que descargamos de internet (perdóneme Sra.Ministra) juntos en casa. ¿Tiempo para ir a tomar algo con los amigos?, lo hemos hecho juntos hasta cuando hemos podido y ahora vienen aquellos que nosotros decidimos y sobre todo el cuándo (cada vez menos, por cierto). No necesito tiempo para nada más, cuando Joan no esté, tendré todo el tiempo del mundo, pero sin él. En definitiva solo necesito tiempo para estar con Joan todo lo que le quede de vida, una vida que juntos intentamos sea plena.
Para acabar:
Yo no tengo la verdad absoluta, pero “no juzgues y no serás juzgado”, esa es mi opción, responsable, ¿y qué pasa?, que cada uno sea libre en sus actos y decisiones sobre todo si están basadas en el amor.

2 comentarios:

Pepe Luis dijo...

¡Uy uy uy com está el patio!
El post origen de todo (abnegación) lo leí hace un tiempillo y lo recuerdo, pero la réplica no sé a quien es, da igual, como me gusta meterme en todos los charcos aquí estoy.
Lo cierto es que es muy lindo que alguien decida ofrecerte su vida, sus cuidados, su cariño y su amor cuando más lo necesitamos, Joan ha tenido mucha suerte de encontrar a Eva y tú has sido muy generosa y valiente de aceptar el reto con lo que eso implica, los que seguimos el blog sabemos que estar tantos años con ela sólo es posible si los cuidados son perféctos, y en este caso queda claro que la compenetración es divina, fruto sin duda del amor que os procesais, aunque seguro que a veces duden o dudeis de si es amor y no rutina+cariño+compasión, pero esa duda ajena o propia no escapa a cualquier otra pareja sin enfermedades, es ley de vida, y en nuestro caso particular creo que sólo es posible esa atención en cuerpo y alma si existe amor.
Sea como fuere, me voy a permitir el lujo de decir que teneis mucha suerte, Joan por haberte conocido y tú por tenerlo a tu lado con la satisfación personal que deja el trabajo bien hecho, lamentablemente ahora el está inmóvil como yo lo estaré en un futuro, pero todavía podeis comunicaros el uno con el otro, poder decir y escuchar de la persona amada t´stim es un lujo que no muchos tienen a su alcance.
Pese a mi ela me considero una persona afortunada, quedaré parapléjico, moriré en pocos años etc etc, nadie lo tiene todo, y no me da miedo, lucharemos como valientes hasta el final y nadie nos quitará la libertadddddddddddddd.

Adilia Aires dijo...

La abnegación no se puede forzar, se tiene o no se tiene, punto y final.
Se trata simplemente de hacer lo que nos pide el alma y es lo que haces tú Eva.
Eres abnegada porque amas a tu marido con todos los diversos sentimientos que contiene la palabra amor.
Me alegro porque teneis lo maximo que le podeis sacar a la vida.
Besitos.